El primer paso para lucir una piel perfecta a la vuelta de las vacaciones es limpiar las células muertas. Para ello, nada mejor que una buena exfoliante durante la ducha. La exfoliación debe realizarse con movimientos circulares, de abajo a arriba, siendo más persistente en zonas rugosas como codos y rodillas. Se recomienda realizar una exfoliación corporal al menos una vez a la semana aunque dependiendo del tipo de piel, por ejemplo, en piel sensible este plazo puede ampliarse hasta una vez cada 15 días. También es bueno alternar agua fría y caliente ya que ayudará a mejorar la circulación y prevendrá la aparición de celulitis.
El segundo paso para continuar mimando el cuerpo es hidratar. Todos los días después de la ducha es necesario aplicarse crema hidratante para que la piel no pierda elasticidad; de esta forma se consigue evitar futuras estrías y mantenerla siempre luminosa.
Por último, nutrir el cuerpo para ofrecer un aspecto saludable es imprescindible y ciertos alimentos juegan un papel muy importante en este proceso. La piel tendrá un aspecto inmejorable si se incluyen en la dieta diaria pescados ricos en Omega 3 como el salmón o el atún, un buen zumo de naranja cargado de vitamina C, frutos rojos llenos de antioxidantes y verduras de hoja verde.
No hay que olvidar que los pies sostienen el resto del cuerpo. Toda la piel necesita cuidados tras las vacaciones pero las plantas de los pies suelen ser las grandes olvidadas a la hora de mimarse.
Para evitar rozaduras, capas de piel muerta o, incluso, los callos y el mal olor no hay nada mejor que sumergir los pies en agua caliente con sales y masajearlos para activar la circulación.
Una vez que la piel se haya reblandecido, se debe frotar las plantas de los pies con piedra pómez para conseguir una exfoliación completa.
Por último, si se aplica generosamente crema hidratante específica para esta parte del cuerpo se conseguirán unos pies perfectos y sanos.
Rituales sencillos y agradecidos que renovarán los daños que el verano haya podido causar en el cuerpo y se convertirán en la puesta a punto definitiva para el invierno. Se recomienda incluirlos como algo más en la rutina diaria para lucir un físico sano y perfecto tanto por fuera como por dentro.